Morir a los 40

No sé por qué absurda razón siempre dije que me moriría a los 40. Ni mas ni menos.

Al principio era una tontería, pero luego uno va cumpliendo años y la fecha se va acercando. Como mis amigos sabían de la coña todos bromeaban con el tema : – » Ya te queda menos, eh ?»

Hace falta ser estúpido para poner fecha a tu vida al azar. Eso que yo no creía en estas cosas de adivinos, dioses, fé, videntes ni demás farsantes.

Pero aquí estoy. Más muerto que Tutankamon. Para dos dias que me quedaban para cumplir 41, que mala suerte !

La parca me buscó en distintos rincones del año : buceando en Tailandia con un ataque de ansiedad a 15 metros, cuando a mi pareja se le cayó mercurio del termómetro en la sopa y me la cené; cuando a mi abuelo materno se le escapó un tiro limpiando la escopeta de caza y pasó por encima de mi cabeza, cuando un alud de 150 metros cayó en el mismo lugar que había estado andando el dia anterior… En fín que ya debía estar harta de perseguirme y al final vino a por mi con todo su arsenal.

Ayer cayó un meteorito en Zaragoza y mi barrio quedó convertido en cenizas. Una amalgama de nacionalidades fusionadas carne con carne bajo el peso y la explosión de semejante «cagada estelar».

Y aquí estoy. Más muerto que Tutankamon. Estoy escribiendo esto en la cola del juicio final. Esto no es lo que pintaban. Una sala llena de espiritus con mala cara esperando y mirándonos unos a los otros con cara de «Yo no estoy muerto, eh?». Lo mismo que cuando los presos dicen que «soy inocente».

Mi turno. Un espíritu verdoso me atiende :
– Declara algún pecado ?
– Menos «no matarás» he incumplido todos los mandamientos. (Yo siempre he sido un hombre sincero)
– No seas gilipollas. Los mandamientos son una fábula. Veo en tu ficha que no has tenido fé en tu puta vida y has ido siempre rajando de las religiones y de Dios. Un listillo.
– Bueno, es que yo creía… más bien yo no creía … Dios está por aquí ?
– Si hombre, aquí va a estar para atenderte a tí.
– Vaya… Me hacia ilusión conocerle, tanto tiempo pensando que no existía….
– Eres el típico capullo ateo. Irás destinado a uno de los nuevos planetas y vivirás en una especie de cactus pringoso.
– No jodas ! Pero si yo tampoco hice mal a nadie !
– La verdad es que no has roto un plato, salvo tu siembra indiscriminada antireligion. Eso perjudica al planeta. Tu te crees que sin religiones habría mundo ? Pues no idiota, si la gente no tuviera unas mínimas guias se devorarían unos a otros como los leones. Parece mentira que no te dieras cuenta. Has creado confusión y mereces un par de vidas vegetales para arrepentirte.

….
Cabizbajo (aunque ya no tengo cabeza), salgo por un lateral para meterme en una nube de ácido y zzzzuuuuuuuuuuuuuummmm ! aparecer en un desierto a millones de años luz de la tierra.

Pues vaya… Al menos tendré tiempo para pensar. Y para rezar.

«Padre nuestro …»